
La facturación electrónica en España ya no es una opción: es una obligación legal para muchas empresas y autónomos. La nueva normativa busca mejorar el control fiscal, reducir la morosidad y fomentar la transparencia en las operaciones comerciales. Pero, ¿qué ocurre si un negocio no cumple con esta obligación? En este artículo te contamos en detalle qué sanciones existen por no emitir factura electrónica, a quién afecta la normativa y cómo evitar multas innecesarias.
¿Quién está obligado a emitir factura electrónica?
Actualmente, la obligación de la factura electrónica depende del tipo de actividad y del destinatario.
Con la Administración Pública: Desde 2015, todas las empresas y autónomos que facturen a organismos públicos deben hacerlo mediante el sistema FACe.
Entre empresas y autónomos (B2B): La Ley «Crea y Crece» establece que todas las operaciones entre profesionales deberán realizarse con factura electrónica. Aunque su entrada en vigor será progresiva, su reglamento aún no ha sido aprobado, por lo que los plazos oficiales no han comenzado a correr.
Primer plazo: para empresas con una facturación anual superior a 8 millones de euros.
Segundo plazo: para el resto de empresas y autónomos.
Sectores específicos: Telecomunicaciones, energía, seguros o transporte ya llevan tiempo obligados a usar la factura electrónica.
📄 Artículo relacionado: 10 Preguntas frecuentes sobre la factura electrónica
¿Qué ocurre si no emites factura electrónica?
No emitir la factura electrónica cuando la normativa lo exige se considera una infracción tributaria. Esto significa que la Agencia Tributaria puede imponer sanciones económicas que varían según la gravedad del incumplimiento y el perjuicio ocasionado.
Principales consecuencias:
Multas económicas: La sanción por la no expedición de facturas puede ser del 1% del importe total de las operaciones no facturadas electrónicamente. En casos de ocultación o falsedad, la sanción puede ascender al 2%.
Rechazo de la factura: Si la operación es con la Administración Pública, la factura en papel no se admite, impidiendo el cobro hasta que se emita en el formato correcto.
Problemas de deducción del IVA: Los clientes pueden no poder deducirse el IVA si no cuentan con una factura válida, lo que puede generar conflictos comerciales.
Riesgo de inspecciones: La falta de cumplimiento puede aumentar las probabilidades de sufrir una revisión por parte de Hacienda.
Sanciones por no emitir factura electrónica
La Ley General Tributaria (art. 201) y el Reglamento de facturación establecen un régimen sancionador específico. La multa por la no expedición de facturas es una sanción proporcional que puede ser del 1% del importe de las operaciones no declaradas. En casos de infracción grave, la sanción puede ser mayor y alcanzar un 2% o multas adicionales. La reincidencia en el incumplimiento aumenta la cuantía de la multa y puede suponer un seguimiento más estricto de la actividad.
Ejemplos prácticos
- Una pyme que emite facturas en papel a otra empresa por un importe de 20.000 € cuando ya está obligada a hacerlo en formato electrónico podría recibir una sanción de hasta 200 € (1% del importe).
- Un autónomo que facture a la Administración Pública sin utilizar FACe simplemente verá su factura rechazada, sin posibilidad de cobro hasta regularizar la situación.
Cómo evitar sanciones
La mejor forma de evitar sanciones es adaptarse a la factura electrónica cuanto antes. Algunos consejos clave:
Usa un software homologado que cumpla con la normativa de la Agencia Tributaria.
Digitaliza tus procesos de facturación para ganar eficiencia y reducir errores.
Mantente informado de los plazos de entrada en vigor de la Ley “Crea y Crece” una vez se publique el reglamento.
Forma a tu equipo para que conozca cómo emitir, enviar y conservar las facturas electrónicas correctamente.
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La sanción por no emitir factura electrónica puede suponer un coste innecesario para pymes y autónomos. Además del impacto económico, incumplir con la normativa puede dañar la relación con clientes y administraciones públicas. Por eso, la digitalización de la facturación no solo es una obligación legal, sino también una oportunidad para optimizar la gestión financiera y ganar competitividad.
Más multas relacionadas con las facturas
El incumplimiento de la obligación de emitir facturas electrónicas es solo una de las muchas infracciones que pueden surgir en el ámbito de la facturación. La normativa tributaria es muy estricta y sanciona cualquier error o irregularidad que afecte al control fiscal. A continuación, se detallan otras multas comunes que impone la Agencia Tributaria:
Emitir facturas incompletas o incorrectas
No incluir datos obligatorios en la factura, como el NIF, la dirección del cliente, una numeración no correlativa, o errores en el cálculo del IVA o el IRPF, se considera una infracción. La sanción por este tipo de error puede ser una multa fija de 150 € por cada factura que no cumpla los requisitos formales.
No conservar las facturas
Todos los autónomos y empresas tienen la obligación de conservar las facturas (tanto las emitidas como las recibidas) durante un periodo de 4 años para fines fiscales, y de hasta 6 años para fines mercantiles. No guardar las facturas se considera una infracción tributaria grave, y la sanción puede ser una multa del 2% del importe total de las operaciones no justificadas, con un mínimo de 300 € por cada factura cuya copia no se haya conservado.
Emitir facturas con datos falsos o falseados
Esta es una de las infracciones más graves y se sanciona con gran severidad, ya que se considera un intento de fraude. La multa por expedir facturas falsas o con información falseada asciende al 75% del importe de las operaciones que han originado la infracción. En casos de fraude intencionado para deducir gastos inexistentes, las sanciones pueden alcanzar entre el 100% y el 150% del importe defraudado, además de posibles consecuencias penales si se considera un delito fiscal.
No comunicar los datos a Hacienda
La falta de colaboración con la Agencia Tributaria al no responder a sus requerimientos de información, como la no presentación de los libros de registro o no facilitar las facturas solicitadas, también conlleva multas. La sanción puede variar, pero puede ser una multa fija de 150 € si no se atienden los requerimientos de forma general, o multas más elevadas si se trata de incumplimientos relacionados con el Suministro Inmediato de Información (SII) o la no presentación de modelos obligatorios.
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Preguntas frecuentes sobre la factura electrónica y las sanciones
¿Qué es la Ley "Crea y Crece" y cuándo entra en vigor?
La Ley «Crea y Crece» es la normativa que hará obligatoria la factura electrónica entre empresas y autónomos (B2B) en España. Su entrada en vigor será progresiva, pero los plazos no han comenzado a correr porque el reglamento técnico que la desarrolla aún no ha sido aprobado y publicado por el Gobierno. Cuando se apruebe, las empresas con una facturación superior a 8 millones de euros serán las primeras en estar obligadas.
¿La factura electrónica tiene que enviarse a través de algún sistema en particular?
Sí. Con la Administración Pública, la factura electrónica debe enviarse obligatoriamente a través del sistema FACe (Punto General de Entrada de Facturas Electrónicas de la Administración General del Estado). Para las operaciones entre empresas (B2B), una vez que entre en vigor la Ley «Crea y Crece», las facturas deberán enviarse a través de plataformas autorizadas y cumplir con los requisitos técnicos de la normativa.
¿Qué pasa si mi cliente no quiere recibir una factura electrónica?
La obligación de emitir la factura electrónica recae sobre el emisor. Si la normativa te obliga a emitirla, debes hacerlo en formato electrónico, independientemente de la preferencia del cliente. La falta de colaboración por parte del cliente no exime al emisor de la sanción.
¿Qué tipo de empresas o autónomos están obligados a usar la factura electrónica?
Actualmente, todas las empresas y autónomos que trabajen con el sector público. Una vez que entre en vigor la Ley «Crea y Crece», la obligación se extenderá a todas las empresas y autónomos, sin importar su tamaño o facturación.
¿Qué es el sistema "VeriFactu" que se menciona a veces?
VeriFactu es un sistema de facturación verificable que la Agencia Tributaria exigirá a las empresas en el futuro para garantizar la integridad y la autenticidad de los registros de facturación. Aunque no es lo mismo que la factura electrónica, ambas normativas están diseñadas para aumentar la transparencia fiscal y se espera que se coordinen en el futuro para evitar multas.
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¿La factura electrónica tiene que enviarse a través de algún sistema en particular?
Sí. Con la Administración Pública, la factura electrónica debe enviarse obligatoriamente a través del sistema FACe (Punto General de Entrada de Facturas Electrónicas de la Administración General del Estado). Para las operaciones entre empresas (B2B), una vez que entre en vigor la Ley «Crea y Crece», las facturas deberán enviarse a través de plataformas autorizadas y cumplir con los requisitos técnicos de la normativa.