
En el día a día de cualquier empresa o autónomo, la facturación no siempre transcurre sin incidencias. Puede que se emita una factura con errores en los datos, que se aplique un IVA incorrecto o que, simplemente, el cliente devuelva parte de los productos. En estos casos surgen dos documentos clave: la factura rectificativa y la nota de abono.
Aunque en muchas ocasiones se utilizan de manera indistinta, existen diferencias importantes entre ambos que conviene conocer para evitar problemas contables y fiscales
¿Qué es una factura rectificativa?
La factura rectificativa es un documento fiscal que sustituye a la factura original cuando esta contiene algún error o necesita ser modificada. Según la normativa española (Reglamento de facturación, Real Decreto 1619/2012), es el único documento válido para corregir una factura emitida con anterioridad.
Motivos habituales para emitir una factura rectificativa
Errores en los datos del cliente o del emisor: NIF incorrecto, dirección mal escrita, razón social incompleta…
Errores en los importes: un precio equivocado, un descuento no aplicado o un cálculo mal realizado.
Errores en el IVA: aplicación de un tipo impositivo distinto al que corresponde.
Devoluciones de productos o servicios: cuando la devolución es parcial o afecta solo a parte de la factura original.
Anulación de la factura original: en caso de que toda la operación quede sin efecto.
En definitiva, la factura rectificativa es un documento con validez legal que corrige la anterior, reflejando la modificación de manera clara y transparente.
¿Qué es una nota de abono?
La nota de abono, también llamada en algunos sectores “nota de crédito”, es un documento que se utiliza principalmente en operaciones comerciales para reflejar descuentos posteriores a la venta, devoluciones de mercancías o ajustes en el precio acordado.
En la práctica, la nota de abono se ha utilizado tradicionalmente como un documento comercial, pero no tiene la misma consideración legal que una factura rectificativa. Con el paso del tiempo y la evolución de la normativa de facturación, la nota de abono ha ido perdiendo peso como documento independiente, siendo sustituida por la factura rectificativa en muchos casos.
Cuándo se suele usar una nota de abono
Descuentos y rappels aplicados después de la venta.
Devoluciones de mercancía cuando el cliente devuelve parte de lo comprado.
Ajustes comerciales no vinculados a errores fiscales (por ejemplo, bonificaciones por fidelidad).
En este sentido, la nota de abono es un instrumento útil a nivel contable y comercial, pero, a efectos fiscales, debe emitirse como factura rectificativa para cumplir con la normativa.
Diferencias clave entre factura rectificativa y nota de abono
Aunque en ocasiones se usen de forma parecida, existen diferencias sustanciales entre ambos documentos.
1. Carácter legal y fiscal
Factura rectificativa: obligatoria y reconocida legalmente por la Agencia Tributaria. Es el único documento válido para corregir una factura emitida.
Nota de abono: tiene un carácter más comercial o interno. Su validez fiscal es limitada, y en la práctica debe recogerse como factura rectificativa.
2. Obligación de emisión
Factura rectificativa: siempre que exista un error o devolución que afecte al importe o al IVA de la factura original, es obligatorio emitirla.
Nota de abono: no es obligatoria desde el punto de vista legal, aunque sí puede emitirse como complemento informativo.
3. Contenido
Factura rectificativa: debe cumplir todos los requisitos legales de facturación (datos de emisor y receptor, número de factura, descripción, base imponible, IVA, etc.), además de indicar qué factura rectifica y el motivo.
Nota de abono: suele incluir información más sencilla, destacando el importe a devolver o descontar.
4. Registro contable
Factura rectificativa: se registra en los libros de facturas emitidas y recibidas, como cualquier otra factura.
Nota de abono: puede registrarse como un ajuste contable, pero lo recomendable es emitir una rectificativa para que quede todo correctamente reflejado.
Ejemplo práctico: cuándo usar cada documento
Imaginemos una empresa que vende 100 unidades de un producto a un cliente por 1.000 € + IVA.
Caso 1: error en el IVA aplicado
Si en la factura original se aplicó un 10% de IVA en lugar del 21% que corresponde, es obligatorio emitir una factura rectificativa corrigiendo el error.
Caso 2: devolución de mercancía
El cliente devuelve 20 unidades del producto. En este caso, tradicionalmente se emitía una nota de abono por el importe correspondiente, pero, de acuerdo con la normativa actual, lo correcto es emitir una factura rectificativa que refleje esa devolución.
Caso 3: descuento por fidelidad
A final de año, se concede al cliente un descuento adicional del 5% sobre sus compras. Aquí sí se puede emitir una nota de abono de carácter comercial, aunque lo más recomendable es hacerlo también mediante una factura rectificativa para efectos contables y fiscales.
Requisitos de la factura rectificativa
Para evitar sanciones o problemas con Hacienda, la factura rectificativa debe cumplir con ciertos requisitos formales:
Numeración propia y correlativa: debe tener una serie independiente de la facturación ordinaria.
Referencia a la factura original: indicar claramente el número de factura que se rectifica.
Motivo de la rectificación: detallar la causa (error en el IVA, devolución, etc.).
Importes corregidos: puede mostrarse el importe corregido en positivo o bien como importe negativo (abono).
Cumplimiento de los mismos requisitos que una factura normal: datos de emisor, receptor, fecha, conceptos, base imponible e impuestos.
¿Nota de abono o factura rectificativa? Lo que recomienda la normativa
La Agencia Tributaria establece que siempre que haya que modificar una factura ya emitida, debe hacerse mediante factura rectificativa.
La nota de abono puede seguir utilizándose como documento comercial o complemento informativo, pero no sustituye a la factura rectificativa. Por ello, en la práctica, cuando hablamos de notas de abono en el ámbito empresarial, estamos realmente refiriéndonos a facturas rectificativas con importe negativo.
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Aunque en el lenguaje cotidiano se hable de manera indistinta de nota de abono y factura rectificativa, la diferencia es clara:
La factura rectificativa es un documento obligatorio y legalmente válido para corregir errores o ajustes en una factura anterior.
La nota de abono es un documento de carácter más comercial, sin valor fiscal pleno, que en la práctica debe formalizarse como una factura rectificativa.
Para autónomos y pymes, lo recomendable es trabajar siempre con facturas rectificativas cuando haya devoluciones, errores o ajustes, evitando confusiones y garantizando la correcta deducción y liquidación del IVA.
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