
Buscar financiación es un paso crucial para el crecimiento de cualquier pyme o autónomo, pero es un camino lleno de posibles tropiezos. Cometer errores en este proceso puede costarte tiempo, dinero y, lo que es peor, la oportunidad de conseguir los recursos que tu negocio necesita.
Para ayudarte a navegar este proceso con éxito, aquí desglosamos los errores más comunes al buscar financiación y, lo más importante, cómo evitarlos.
1. No tener un plan de negocio sólido
Muchas pymes y autónomos se lanzan a buscar financiación sin un plan de negocio detallado y convincente. Un buen plan no es solo un requisito burocrático; es tu hoja de ruta y tu mejor carta de presentación.
Errores comunes:
Ausencia total de plan: Confiar solo en la «idea» sin plasmarla en cifras y proyecciones.
Plan desactualizado: Presentar un plan que no refleja la situación actual del mercado o de tu propio negocio.
Falta de claridad y concisión: Un plan extenso, difícil de leer y sin un mensaje claro sobre la viabilidad y el potencial de retorno.
Proyecciones financieras poco realistas: Optimismo excesivo o falta de justificación para las cifras presentadas.
Cómo evitarlos:
Invierte tiempo en tu plan: Dedica esfuerzo a crear un plan de negocio robusto que incluya un resumen ejecutivo, descripción del negocio, análisis de mercado, plan de marketing y ventas, equipo, y un plan financiero detallado.
Mantén tu plan vivo: Revísalo y actualízalo periódicamente, especialmente si tu negocio evoluciona o si el mercado cambia.
Sé realista y justificado: Tus proyecciones financieras deben ser realistas y estar sustentadas en datos, no en suposiciones. Incluye escenarios optimistas, pesimistas y realistas.
Claridad y concisión: Un buen plan es fácil de entender. Destaca los puntos clave y sé directo. Recuerda que quien lo lea no tiene tu mismo conocimiento sobre tu negocio.
2. Desconocer tus propias cifras financieras
Un error garrafal es no tener un control exhaustivo y actualizado de la contabilidad y las finanzas de tu negocio. Los financiadores querrán ver números, y si no puedes proporcionarlos de forma clara y coherente, generas desconfianza.
Errores comunes:
Falta de registros: No llevar una contabilidad organizada y al día.
Confusión entre ingresos y beneficios: Pensar que tener mucho dinero en la cuenta es sinónimo de ser rentable.
Desconocimiento del flujo de caja: No saber de dónde viene y a dónde va el dinero de tu negocio.
Ignorar ratios financieros clave: No entender métricas como el margen de beneficio, el punto muerto o la solvencia.
Cómo evitarlos:
Contabilidad al día: Asegúrate de que tu contabilidad esté impecable. Utiliza un software de contabilidad adecuado para pymes y autónomos.
Dominio del flujo de caja: Entiende tu cash flow. Prepara una previsión de tesorería para demostrar que puedes afrontar los pagos de la financiación.
Análisis de rentabilidad: Conoce tus márgenes de beneficio por producto o servicio. Identifica qué es lo más rentable y lo menos.
Prepara tus documentos: Ten listos balances, cuentas de resultados, estados de flujo de efectivo y declaraciones de impuestos de los últimos años. Demuestra que sabes lo que haces con el dinero.
3. No investigar las opciones de financiación adecuadas
No todas las financiaciones son iguales, y lo que sirve para una startup tecnológica no es necesariamente lo mejor para un autónomo con un comercio local. Buscar solo en la banca tradicional es un error común.
Errores comunes:
Centrarse solo en la banca tradicional: Ignorar un universo creciente de fuentes de financiación alternativa.
No entender los requisitos de cada opción: Aplicar a una línea de crédito cuando lo que necesitas es capital semilla, o viceversa.
Desconocer el coste real de la financiación: Mirar solo el tipo de interés sin considerar comisiones, gastos de apertura o garantías.
No diversificar: Poner todos los huevos en la misma cesta y depender de una única fuente.
Cómo evitarlos:
Investiga a fondo: Explora el crowdlending, el factoring, el descuento de pagarés, las subvenciones públicas, los inversores ángel y otras opciones. Cada una tiene sus pros y contras.
Define tus necesidades: ¿Necesitas capital para el día a día (liquidez), para invertir en activo fijo (maquinaria), o para crecer (expansión)? La respuesta definirá el tipo de financiación.
Compara el coste total: No solo el interés. Pide el TAE (Tasa Anual Equivalente) y consulta todas las comisiones asociadas.
Asesoramiento profesional: Si te sientes abrumado, considera la ayuda de un asesor financiero o un bróker de financiación. Ellos pueden orientarte hacia las mejores opciones para tu perfil.
4. Presentar una imagen profesional deficiente
La primera impresión cuenta, y mucho. Desde la presentación de tus documentos hasta tu propia actitud en una reunión, todo suma o resta puntos.
Errores comunes:
Documentación desorganizada: Presentar papeles sueltos, sin orden o con errores.
Comunicación poco clara: No saber explicar tu proyecto o tus necesidades de forma concisa y persuasiva.
Actitud poco convincente: Mostrar inseguridad, arrogancia o desesperación.
Falta de seguimiento: Enviar una solicitud y esperar, sin hacer un seguimiento adecuado.
Cómo evitarlos:
Cuida la presentación: Asegúrate de que todos los documentos estén ordenados, bien redactados y sin errores ortográficos. Un buen resumen ejecutivo es clave.
Prepara tu discurso: Practica cómo presentar tu negocio y tu solicitud de financiación de forma clara, apasionada y convincente. Enfócate en el valor que generas y cómo la financiación te ayudará a alcanzar tus metas.
Profesionalismo en todo momento: Sé puntual, vístete adecuadamente y muestra confianza y transparencia.
Haz seguimiento: Tras enviar la solicitud o tener una reunión, realiza un seguimiento educado y profesional para mostrar tu interés y proactividad.
5. Pedir la cantidad incorrecta de dinero
Pedir demasiado poco puede hacer que te quedes corto rápidamente y tengas que volver a buscar financiación, lo que es ineficiente. Pedir demasiado puede asustar a los financiadores o llevarte a un endeudamiento innecesario.
Errores comunes:
Cálculos imprecisos: Estimar la cantidad necesaria sin un análisis detallado de los gastos e inversiones.
Falta de colchón: No considerar un margen para imprevistos o para un crecimiento más lento de lo esperado.
Pedir «por si acaso»: Solicitar una cantidad superior a la estrictamente necesaria sin una justificación clara.
Cómo evitarlos:
Calcula con precisión: Realiza una estimación detallada de tus necesidades de financiación, dividiéndolas en capital circulante, inversiones en activos fijos, marketing, personal, etc.
Añade un margen de seguridad: Incluye un 10-20% extra para imprevistos. Es mejor que sobre un poco a que falte.
Justifica cada euro: Cada cantidad solicitada debe tener una justificación clara y detallada en tu plan financiero.
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Preguntas frecuentes
¿Cuánto tiempo se tarda en conseguir financiación?
El tiempo varía mucho según el tipo de financiación. Un préstamo bancario tradicional puede tardar semanas o meses, mientras que opciones como el descuento de pagarés o algunas plataformas de crowdlending pueden ofrecer liquidez en cuestión de días. Las subvenciones públicas suelen tener plazos de resolución más largos. La preparación previa de tu documentación es clave para agilizar el proceso.
¿Necesito tener un historial crediticio perfecto?
Un buen historial crediticio es, sin duda, una ventaja, especialmente para la banca tradicional. Sin embargo, no es un requisito excluyente para todas las opciones. Algunas plataformas de financiación alternativa o inversores pueden valorar más el potencial de tu negocio, tu plan de negocio o las garantías que puedas ofrecer, incluso si tu historial no es impecable.
¿Es mejor un préstamo o buscar inversión (equity)?
Depende de tus necesidades y tu apetito por el riesgo. Un préstamo implica devolver el capital más intereses y no ceder parte de tu empresa, pero genera una deuda y un compromiso de pago fijo. La inversión (equity) significa ceder una parte de la propiedad de tu negocio a cambio de capital, sin necesidad de devolver el dinero directamente, pero compartiendo las ganancias y, a veces, el control. Si tu negocio tiene un alto potencial de crecimiento, la inversión podría ser más adecuada.
¿Qué son las garantías y siempre son necesarias?
Las garantías son activos (personales o del negocio) que el financiador puede ejecutar si no cumples con el pago de la deuda. Pueden ser bienes inmuebles, vehículos, maquinaria, o incluso una garantía personal. No siempre son necesarias, especialmente en líneas de crédito pequeñas, financiación pública o algunas modalidades de factoring/crowdlending. Sin embargo, suelen mejorar las condiciones de financiación y aumentar las posibilidades de aprobación.
¿Puedo buscar varias opciones de financiación a la vez?
Sí, es posible y, a menudo, recomendable. Buscar varias opciones simultáneamente puede darte una visión más amplia de las condiciones disponibles y mejorar tu capacidad de negociación. Sin embargo, sé transparente con cada financiador si estás en proceso con otros. Además, asegúrate de no generar un exceso de consultas de crédito que puedan afectar negativamente tu puntuación.
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