
Cada año, miles de empresas españolas se enfrentan al mismo reto: presentar el Impuesto de Sociedades. Pero este tributo va mucho más allá de una simple obligación fiscal. Entender cómo funciona puede marcar la diferencia entre pagar lo justo… o pagar de más.
En un entorno donde la eficiencia financiera es clave, conocer bien el Impuesto de Sociedades permite a las pymes y autónomos con forma jurídica optimizar su rentabilidad, planificar inversiones y evitar sanciones. En este artículo te explicamos de forma clara y actualizada cómo funciona este impuesto, qué tipos existen y qué deducciones pueden ayudarte a reducir la factura con Hacienda.
¿Qué es el Impuesto de Sociedades?
El Impuesto sobre Sociedades (IS) es un tributo directo que grava los beneficios obtenidos por las empresas residentes en España durante un ejercicio fiscal. Es decir, no se aplica sobre la facturación o los ingresos, sino sobre el beneficio neto (ingresos menos gastos deducibles).
Su gestión y normativa se regulan en la Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades.
En términos simples: si tu empresa gana dinero, deberá contribuir al Estado con un porcentaje de ese beneficio.
📄 Artículo relacionado: Impuesto sobre Sociedades: Todo lo que tu empresa debe saber
Tipos impositivos del Impuesto de Sociedades en España
El tipo general del Impuesto de Sociedades en España es del 25%. Sin embargo, existen tipos reducidos para fomentar la creación de empresas y el crecimiento económico:
Tipo de entidad | Tipo impositivo | Detalle |
---|---|---|
Tipo general | 25% | Aplicable a la mayoría de las sociedades. |
Entidades de nueva creación | 15% | Durante los dos primeros ejercicios con base imponible positiva. |
Entidades sin ánimo de lucro | 10% | Asociaciones, fundaciones y ONGs con fines sociales. |
Cooperativas fiscalmente protegidas | 20% | Para actividades cooperativas principales. |
Entidades de crédito, hidrocarburos, etc. | 30% | Sectores específicos con mayor capacidad económica. |